Lobito de Mar es un chiringuito urbano, un chiringuito y restaurante sin playa. Un restaurante de la vieja escuela, con una carta tradicional, impulsada por el producto. Un lugar donde un experto como es Dani García en arroces y un especialista en pescados a la brasa son figuras clave.
El bar de tapas es una de las piezas clave del concepto del chef, basado en los recuerdos más felices de la infancia del chef, los sábados que van al mercado con sus padres a comprar marisco fresco, por las mañanas jugando a la pelota con su padre en la playa, y las primeras brochetas de pescado a la plancha que degustó.
Popular y asequible son los elementos clave, inspirados en la cocina casera tradicional y en los productos que Dani recuerda de su infancia.